I. Entrada a la ciudad
II. Normas básicas de convivencia
III. La administración gondoriana
III.I. El Canotar de Gondor
III.II El alcalde de Tharbad
III.III El Inquisidor de Tharbad




Tharbad es una gran urbe en Tierra Media, y una de las más organizadas burocráticamente. Intentan llevar un censo serio, y cuidan de las infraestructuras de la ciudad; incluso tienen estructuras de desagüe y alcantarillado. Y grandes atracciones y monumentos, y una de las guardias que más cobran de toda Tierra Media (debido a la precariedad de la ciudad). Por estas y otras razones, con las que argumentan que estar en Tharbad es un lujo, se cobra un peaje por entrar en la ciudad. Y también se debe uno registrar, rellenando una serie de datos, útiles para las estadísticas y los burócratas; y para controlar a la gran cantidad de gente extraña y peligrosa que entra en la ciudad. Hay unas reglas para todo; ¿te las puedes saltar? Sí, pero ya la estás liando. Y luego no te podrás quejar si acabas multado, o en el calabozo, o algo peor.

Si es la primera vez que se entra a la ciudad, y sobretodo si se es extranjero o comerciante o te vas a quedar por una temporada, se debe entrar por una de las dos puertas principales: Annon Forn y Annon Harn. Y si no, ya puedes hacerlo sutilmente o te la estás jugando. Y que no te pillen utilizando magia fraudulentamente y que encima no estuvieras registrado: eso implicaría directamente que perteneces a un gremio de ladrones, grave acusación, y encima, como no perteneces, ningún avieso letrado de estos gremios te defenderá.

1) Entrar a Tharbad cuesta 1 mb si vas a estar más de un día, que se incrementa a 2 mb si se es comerciante de Cardolan y a 4 mb si se es comerciante de fuera. Y que vale mientras permanezcas en la ciudad y no te vayas un tiempo prolongado. Lo cobra la guardia. Suele haber un nutrido grupo de guardias en las dos puertas principales.
Pero aparte, hay un peaje revolucionario. Entrar a Tharbad cuesta, no sólo más que entrar a cualquier otra ciudad, sino ahora más que nunca, debido a los impuestos revolucionarios que cobran intrínsecamente los gremios de ladrones. El canotar de Gondor quiere poner fin a esto, pero es poco menos que imposible. De hecho, si los tres gremios de ladrones se unieran, cosa que es imposible por otra parte, pero si lo hicieran, serían prácticamente invencibles y dominarían Tharbad, y por eso hay que mantenerlos relativamente contentos, o al menos sin causas comunes por las que pudieran luchar. Por ello, este subrepticio impuesto se mantiene con 'vigencia' (aunque a ojos de la ley no existe; es decir, no podrás ir a reclamar a la alcaldía por ser víctima de ello).

2) Quien pague ese curioso impuesto revolucionario (3 mo), ‘curiosamente’ no será atracado en la estancia en la ciudad (o al menos no por los gremios agrupados y ligados a ese impuesto: el Gremio de los Caverné). Cierto es que además hay más gremios de ladrones, pero para alguien pusilánime y adinerado le viene de perlas pagar esa cantidad y librarse de los correosos Caverné. Si eres un enchufado o ‘un intocable’ (título que dan ahora orgullosos los gremios de ladrones, empeñados en su lucha entre ellos, como diciendo mis ‘amigos’ son más intocables que los tuyos) puedes entrar o salir de Tharbad por otras de las puertas, algunas dominadas enteramente por estos subrepticios y fraudulentos clanes. Incluso pudiendo evitar el 3º punto.

3) Todo hechicero debe registrase antes de entrar a Tharbad. Sino, se le considerará un hechicero proscrito, y eso sería una falta administrativa. Si encima le pillan haciendo mal uso de la magia, ya sería un delito. Y con esto deben tener cuidado los jugadores. También hay cárceles especiales para hechiceros en las Torres de Hechicería. No todo el mundo puede hacer lo que le de la gana en Tharbad.
En las puertas principales tienen dos puerta menores por donde hacen pasar a la gente susceptible de llevar objetos mágicos y hasta que no pasen sin que se ilumine la gema no le dejarán pasar, dejando entre tanto todos los objetos mágicos que llevara. Esos objetos los recogerán los encargados de esa puerta y los llevarán a las Torres de Magia donde serán analizados. Si cumplen con las normas serán devueltos a sus dueños; si no cumplen estarán requisados mientras se permanezca en Tharbad; si son peligrosos o están prohibidos serán requisados indefinidamente o destruidos y el usuario podría tener problemas con la ley. Sólo dejarán pasar a importantes o conocidas personalidades que ya se sabe que tienen objetos mágicos e incluso poderosos. Evidentemente, hay formar fraudulentas de evitar estos chequeos.

Ejemplo:
-Si al jugador le pillan un anillo mágico +5 BD, tras haberlo analizado y corroborado que no tiene nada más se lo devolverán.
-Si al jugador le pillan un anillo con ‘Bola de Fuego’ se lo requisarán por peligroso y no se le será devuelto hasta que no abandone Tharbad.
-Si al jugador le pillan con una vara capaz de resucitar cadáveres tiene un problema. Para qué coño quieres algo así en Tharbad. Y podría implicar desde que te lo destruyan hasta que lo confisquen por Prohibido. Hay objetos y sortilegios claramente prohibidos, otros legales y otros, muchos desgraciadamente, que vagan en un lioso vacío legal.

Y sólo si se tiene un consigue un salvoconducto se podrán mantener los objetos peligrosos arriba descritos. Como se verá hay varias formar de conseguir estos salvoconductos. Aunque no es nada fácil y poca gente disfruta de estos privilegios de la administración. Sólo el Obispo, el canotar o Tharkûn pueden otorgar estos salvoconductos.

4) No se puede salir de Tharbad de noche por ningún lugar que no sean las puertas principales (nada de saltar la muralla y eso; hay guardias). Así evitan que haya más chanchullos de los que toca. Cuando hay chivatazos o problemas registran en las puertas a todo el mundo, si no, no suelen hacerlo.

5) También existe un toque de queda para cuando se arma una gorda. Cosa que no suele ocurrir casi nunca, pero que si ocurre, nadie podrá andar por las calles apartir de la 22:00 o deberá contestar muchas preguntas al obispo y al canotar, y sobre todo al primero, que sabe ser muy ‘paciente’ con sus 'invitados'.
Todavía se recuerda una plaga de babosas que hubo no hace demasiado tiempo. Babosas horrendas y enormes y un desagradable y horrendo culto en torno a ellas. Hubo que utilizar el toque de queda. No se sabe muy bien por qué el peligro remitió de repente y los ciudadanos de Tharbad pudieron volver a dormir tranquilos, eso sí, con algunos ciudadanos menos.
Para más información sobre este aspecto ver el guión de Rol Slurgs.

La ley de la ciudad la administra el canotar de Gondor con el apoyo, la ayuda y la supervisión de la Inquisición, mediante el alcalde y otros miembros destacables de la administración. Otras personalidades, como los paladines de Tulkas o las sacerdotisas de Estë, y, sobretodo los representantes de los gremios, tienen también mucho que decir, incluso en las cuestiones de estado.

Finalmente, hay otras secciones importantes que se mantienen al margen de estas normativas, como son los gremios de ladrones, que se burlan de gran parte de ellas; o los representantes de las Torres de Hechicería, que tienen leyes propias y comunes para todos los usuarios de la magia.

Ver el mapa del Barrio de los Plebeyos.
Ver el mapa del Barrio Gondoriano.

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En cualquier caso, cualquiera que se salte la ley se la tendrá que ver con unos o con otros. Y la ley es severa en Tharbad. Usar magia está muy restringido. Su uso indiscriminado traerá problemas. Lo mismo ocurre con el consumo y tenencia de sustancias prohibidas, la ley es permisiva con eso, pero si te pillan pueden joderte mucho. Los hurtos, violaciones y asesinatos los trata el canotar y pueden llevar a la horca; las sediciones, revueltas, sacrilegios y otros menesteres son supervisados por la Inquisición. Y estos no andan con tantos miramientos como el canotar.

Pertenecer a bandas de ladrones está muy castigado y perseguido, pero si es cierto que perteneces, también serás muy bien defendido, o incluso algún contacto en la administración del gremio puede liberarte. Además de que, muchas veces, cuando no andan cerca Garthín y el canotar, algunos también hacen la vista gorda por una pocas monedas de plata.

Resultaría interesante leerse el Resumen político de la trama y el Resumen de las facciones de Tharbad (apartados iii y iv de la Introducción).

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El canotar (O. ‘comandante supremo’) es el representante gondoriano que lleva regentando Tharbad desde hace tiempo. El que ostenta el puesto actualmente se llama Hyldor. Le llaman comisario o canotar, depende. Como es en última instancia el que debe mandar en Tharbad (junto al obispo) es muy poderoso, de los que más nivel poseen en la ciudad. Es muy listo, precavido y valiente. Por ello es temido y respetado incluso por la peor escoria de la ciudad. Sus principales problemas son los gremios de ladrones y el Señor de la Guerra. La mayor parte de la administración se encuentra en el Barrio de los Plebeyos y en el Barrio Gondoriano.

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El alcalde es prácticamente un adorno, los que mandan son el canotar de Gondor y el obispo de Tharbad. Incluso cualquier príncipe tiene más poder que el alcalde, si me precipitas, incluso Bill el Carnicero tiene más poder que este. Sus labores son burocráticas y políticas. Alguien tiene que encargarse de eso. Aún así es un nivel 7. Algún día aparecerá muerto como cabeza de turco, pues los dos anteriores son inaccesibles. Pero su lugar sería ocupado por otro.

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Aunque las gentes de Cardolan no son tan religiosos como los gondorianos, y mucho menos en Tharbad, el culto a los valar, por medio de Estë y Tulkas está bastante presente. Así como el culto a Eru, representado por el Obispo de Tharbad. De hecho, el edificio más bonito e impresionante de Tharbad es la catedral numenóreana erigida a Eru y acabada de construir hace casi 500 años con el sudor de los tharbardili. El Inquisidor jefe destinado por Adamekrot, obispo de Pelargir, para Tharbad, es Juliano, y como muchos líderes religiosos de este calibre es hipócrita, hijodeputa, cruel y despiadado. Que se sepa no está corrupto y hace su trabajo con disciplina, rigor y tesón, porque está empeñado en limpiar Tharbad de Mierda. La Inquisición es prácticamente intocable. Y salvo algunas verguenzas internas su historial es impoluto y un halo de terror y oscuridad rodea su nombre.

El Inquisidor dispone de prelados y cardenales a su disposición, así como de numerosos monjes y feligreses. Todos hombres de paz y en general buena gente.
El Obispo tiene una casa en el Barrio de los Mercaderes aunque también suele vivir en la catedral de Tharbad, en el mismo barrio.
Y lo mismo le ocurre al canotar y al alcalde, con una residencia en el Barrio de los Mercaderes y otra en el Barrio Gondoriano.

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