I. Historia y Orígenes
II. El gremio de mercaderes
III. Los gremios de ladrones
III.I. LOS NATIVOS
III.II. GREMIO PIÓN
III.III. GREMIO CAVERNÉ
IV. Organización
V. Pautas generales
VI. Las rutas de narcotráfico




El poder real, y sobretodo económico de Tharbad, lo ostentan los gremios gracias a su solidez económica y arraigo. Y debido a la lucha por ese poder y a la creciente corrupción reinante empezaron las disputas y rencillas entre los gremios; todas eran de menor importancia, salvo las que sacudieron los cimientos del más poderoso y adinerado de todos ellos: El gremio de comerciantes y mercaderes, que se llegó a hacer tan poderoso e influyente que cuatro individuos notables pujaron por su liderato.
Demasiados personajes importantes para un único gremio. Su gran especialización, y la antagónica lucha entre los mercaderes corruptos y los honrados fue distanciando las diferentes facciones del mismo con el paso de los años. Y al final, como no podía ser de otra manera, petó. Tres líderes del antiguo gremio de mercaderes pasaron a ser líderes de gremios independientes relacionados con el gremio de mercaderes, y aunque son denominados por todo Tharbad como ‘gremios de ladrones’, ellos nunca admitirán que son lo que dicen de ellos que son y se columpian ufanos en el confuso vacío existente entre la ley y la clandestinidad. El cuarto, el líder de los mercaderes no corruptos, el verdadero y único gremio de mercaderes, tiene más cojones que Fëanor, y es un enano.

Los gremios de los ladrones fueron consiguiendo más y más poder en Tharbad, muy poco a poco, muy sutilmente, y la corrupción llegó hasta la administración de la ciudad. Esto no fue difícil porque los dirigentes de Tharbad demostraron no ser más que unos corruptos y unos viciosos. Ahora, muchos pequeños comerciantes viven extorsionados, ‘protegidos’ por mafias locales. Ese desorden ha traído hasta la ciudad a lo peor de los peor, y ha dado un excelente caldo de cultivo para sectas y gentes más peligrosas y sibilinas aún que los propios ladrones.

Las sociedades de ladrones se han desarrollado y forman grandes grupos especializados. La riqueza que estos individuos subversivos han ido acumulando les ha dado poder para comprar negocios y colarse en importantes puestos de la administración, pocos son los que no están corruptos o extorsionados, es decir, que los dedos de los gremios de ladrones llegan hasta lugares insospechados de la nobleza y la política de Tharbad y Cardolan. Por eso son tan intocables los gremios: tienen un líder sensato, inteligente y poderoso, son muchos y les han inculcado la unidad, motivaciones comunes; y además, posiblemente tengan algún miembro de consejero del alcalde y en la administración. Imagina que vas a denunciarles y el encargado de tomar nota es del gremio: fascinante.

Cualquier gremio de ladrones que se precie tiene miembros en la política y en las calles, desde irreconocibles hasta el típico pícaro jovenzuelo de tal gremio que todos conocen. Hasta el lugar más insospechado llega su brazo. Carteristas, ladrones de guante blanco, contrabandistas, traficantes, atracadores, extorsionadores, asaltantes, asesinos y un sinfín de especialidades que sobretodo operan en uno o dos barrios adyacentes, y en general por toda la ciudad.

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La cúspide del gremio de mercaderes son en su mayoría enanos. Garthín es su representante más notable, y no es ni mucho menos el individuo más poderoso de Tharbad, pero nadie duda de que es el que más entero. Aunque la gente se pregunta que durante cuánto tiempo podrá librarse de las amenazas de los gremios de ladrones. Le salva, aparte de su valor y amueblada cabeza, que a nadie le conviene, en una ciudad tan comercial, un marrón con el pueblo de Durín, allá en Moria. Sus vecinos enanos, como dicen en Tharbad. Si Moria cerrara sus puertas al comercio con Tharbad sería una catástrofe: y Garthín es un noble enano de la casa de Durín.

Garthín tiene ganas de coger de las pelotas a Vredil y a Bill, el Carnicero; a uno con la mano izquierda y al otro con la derecha, y retorcérselas durante un largo y placentero interludio. Pero sus apretados negocios le mantienen lo suficientemente atareado para que no pueda dedicarse a otra cosa que a sus clientes. También forma parte de los jueces de Tharbad que velan por la ley en los edificios oficiales, vamos, que es comerciante y todo lo más parecido a un juez que había en Tierra Media.

Otro de los fuertes de este gremio es que tiene más dinero que toda la nobleza junta, y mucho mejor administrado, y otra de las cosas que odia Bill: ¿cómo carajo puede permitirse que unos ladinos extranjeros copen la mayor parte de las riquezas de la ciudad? En fin, que la trifulca está servida. Ya han tenido algún cara a cara en la calle Bill y Garthín, harto de que aquél abuse de los tharbadili.

Tildándole de corrupto y fanfarrón para arriba, delante del vulgo. Y el otro contestándole que si seguía así iba a conseguir hacerse daño. Y se hubieran matado allí mismo si no hubiera sido por la intervención del canotar de Gondor, que parece el único sensato en todo esto.

El gremio de mercaderes consiste en la actualidad en seis grandes firmas. Sus propietarios, conocidos como los príncipes de los mercaderes pueden ser tan competitivos y poderosos como los verdaderos príncipes de Cardolan.

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Un nutrido grupo de tharbardili diseminados por todo Tharbad pero sobretodo asentados en el barrio de los Plebeyos y liderados por Bill, el Carnicero. Es el gremio de ladrones más importante, los descendientes de los númenóreanos que fundaron la ciudad según ellos. Su número es también muy notorio, de hecho muchos se unen a este grupo: todos los que están hartos de tanto extranjero en Tharbad.

Bill suele argumentar (aunque muchos piensan que no se lo cree ni él) que es descendiente de un primo de Tar-Aldarion. Y que fue su antepasado el que ayudó a construir la atalaya en esa pequeña aldea eriadoriana en la parte alta del Gwathló allá por el 880 de la SE. Y esta fecha no es otra que la referencia a la fundación de Tharbad ¿Y quién sino un descendiente de los responsables de la fundación de Tharbad tiene derecho a reclamar su gobierno?

Bill, también tiene unas buenas relaciones con el Inquisidor de Tharbad ya que coinciden en muchos puntos (aunque no en todos), pero el canotar de Gondor no lo traga. Bill nunca ha admitido que sea el líder de un gremio de ladrones. Los manda desde la sombra: él, según su opinión, y así lo creen o lo quieren creer muchos, sólo es un respetable carnicero que se preocupa por su ciudad. Además de que como buenos númenóreanos adoran a los valar (aunque no demasiado) y tienen a Eru más olvidado que otra cosa.

El gremio de Los Pión y el de Los Nativos se haya en una cruenta guerra callejera. Y el derramamiento de sangre no parece tener fin. Unos se buscan un hueco en la inhóspita Tharbad y los otros están hartos de tanto extranjero y tanto caos generado. Y todo esto le conviene al líder del gremio Caverné, por eso nunca lo ha evitado y echa leña al fuego siempre que puede.

Ver el mapa del Barrio de los Plebeyos.

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Su líder es llamado ‘El Predicador’, un antiguo clérigo de Eru dunlendino. Son la representación de los dunlendinos, que no son bien vistos en la ciudad, pero dado su número y su fuerza, son respetados e importantes en la sociedad de Tharbad. De hecho, es sólo su gran número y lo bestias que son lo que les confiere el poder que tienen. Son muy religiosos, y es también por su incondicional fe a Eru por lo que son tan feroces luchadores. Otro problema añadido: son monoteístas, creen y adoran a Eru, y son todos creyentes y practicantes; y no creen ni veneran a los valar; casi al contrario de los tharbardili en general.

No desean gobernar Tharbad, sino que se les respete y se les deje vivir tranquilos. Ese fue el motivo de la creación del clan: para proteger a los comerciantes dunlendinos de la turba enfurecida y racista de Tharbad. Lo malo es que este grupo fue degenerando y ahora, lejos de sus principales ideales, son un grupo de ladrones malparidos más.

Ver el mapa del Barrio del Puerto.

Las trifulcas callejeras entre los Nativos y los Pión son una de las bases más importantes de esta campaña. Sin embargo, el master no debe darles demasiada importancia salvo a largo plazo o pequeños detalles. Primero se tendrá que meter en contexto los jugadores, después tendrán que ir conociendo a ciertos personajes. Posteriormente enterarse de cosas importantes que se cuecen en Tharbad y finalmente (cuando se lleve ya bastante partida en Tharbad) el master podría preparar una de las batallas campales entre los Nativos y los Pión, entre Bill y ‘El Predicador’. Que incluso pueda acabar con la muerte de uno de estos dos. Pero ya digo, esto sería a largo plazo. Cómo preparar la lid, si de forma meticulosa o de forma simplificada ya está en manos del DJ de turno.

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El líder del gremio de los Caverné es Vredil, también llamado ‘el dunlendino’ y ‘el amante de Tharbad’. Y casualidades del destino hicieron que sólo en las sombras, subrepticiamente, podría permanecer en su amada ciudad, pues después de lo que le sucediera en Mordor nada ya volvería a ser lo mismo. Así que Vredil, con el pseudónimo de ‘el dunlendino’ por aquellos entonces, volvió a Tharbad. Y no tardó demasiado en revelar su verdadera naturaleza y sus orígenes: nació en Tharbad y allí pensaba quedarse para siempre, puesto que no podía morir ¿Y quién más sino el más viejo y sabio de los habitantes de Tharbad debería mandar en dicha ciudad? Pero ¿quién en su sano juicio iba a dejar que un vampiro mandase en Tharbad? Así que ahí siguen, en ese frenético toma y daca, en ese ‘todos tenemos alguna razón para reclamar el poder de la ciudad’.

Algunos vasallos de su naturaleza perecieron ante Tharkûn, otros, tras el pacto con éste se rebelaron y fueron expulsados por el propio Vredil. Porque su política era clara: si algo amaba tanto como la sangre, eso era Tharbad, y sólo aquellos vampiros que compartieran su filosofía, podrían permanecer con él en Tharbad. Así que sólo dos se quedaron, Saolius y Artanus, más por amor al propio Vredil que por amor a Tharbad. Al menos estos, le son leales y le obedecen. Los utiliza de guardaespaldas, para asustar a depende qué personas y para misiones de espionaje.

Teniendo en cuenta con las criaturas que cuenta y el gran número de eriadorianos y personajes notables que engloban sus filas, no es difícil ver que son los más peligrosos. Por eso Tharkûn tomó cartas en el asunto. Fue uno de estos vampiros, Saolius, quien atacara al canotar de Gondor en una ocasión. Y sólo la aparición de Tharkûn, que paró los pies a los vampiros a partir de aquí, fue lo que salvó al valiente y diestro gondoriano de morir en las zarpas del monstruo, que le sorprendió desde las sombras. El canotar de Gondor todavía se pregunta qué le atacó, y todavía le asusta. Aunque no descarta volver a encontrárselo para acabar lo que en ese momento no pudo. El monstruo huyó despavorido y siseando, murmurando guturalmente en una lengua muerta, ante la luz de la vara de Tharkûn.

Los Caverné son muy numerosos y organizados y sus raíces se extienden no sólo por todo Tharbad sino también por todo Cardolan. Muy listos y sofisticados. Realmente son el prototipo de banda de ladrones de un juego de rol, y los únicos que realmente son todos ‘ladrones’. Y si Tharkûn no hubiera parado los pies al organizado Vredil ya se habría hecho con el poder. El grueso del grupo de este clan son eriadorianos.

El vulgo tiene a Vredil como un extravagante y sibilino individuo que se hace el interesante y el misterioso. Y también tienen la teoría que es un elfo. Por su longevidad y su apariencia (los pocos que lo han visto o creido ver). Para otros es sólo una leyenda antigua y muchos ni saben que existe o ni creen en él. A Vredil le conviene que piensen así de él por eso que contribuye un poco a dar esta idea de sí mismo que tienen los tharbardili.

Ver el mapa del Barrio de los Ladrones.

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Bill, al igual que ‘El Predicador’, se consideran más líderes en general que líderes de ladrones, es decir, de momento han burlado la ley; no como otros individuos, secuaces suyos o de Vredil, incluso este mismo, que sí que están o han estado en busca y captura. No obstante, 'todo el mundo lo sabe, pero ‘no hay pruebas’. Bajo el manto de una profesión responsable, predicador y carnicero; que les han salvado hasta ahora, se hayan dos de los líderes de los gremios de ladrones más importantes de Tharbad y por consiguiente, de todo el noroeste de Tierra media.

Por otra parte, las parcelas y los cometidos de cada gremio están perfectamente estipulados, aun así hay numerosas riñas. Cada gremio domina en un barrio, aunque hay muchos barrios neutrales en los que se mueven varios grupos o incluso ninguno. Un gremio se encarga del tráfico de drogas, que es el de Los Nativos (aunque realmente estos se dedican a todo lo prohibido); otro a tráfico de joyas y objetos preciosos, desde rubíes a marfil o plumas de ganso de los pantanos: son los Caverné, no es raro que Vredil sea un coleccionista de arte y objetos mágicos y antiguos. Los Caverné están contentísimos con Él porque les cede todo el dinero de los botines, a cambio se queda con ciertos objetos encontrados y otros que él mismo manda buscar para su enfermiza colección.

Los Pión se dedican a los robos y extorsiones, y asalto a casas de ricos. Los más bandidos y buscabroncas son los dunlendinos. Que también están en trifulca con los primeros porque quieren una parte del negocio de las drogas. Los Caverné son más sofisticados (tienen más especialistas y hechiceros), pero los otros dos son más salvajes y brutos. Y los tres son bastante numerosos. Y aunque los Caverné sean menos numerosos también son más rofesionales y cuentan con mejores ‘cerebros’.

Los Nativos en general han ido contra las bandas de advenedizos que se han ido haciendo fuertes en Tharbad (política xenófoba: creen que todos los males de Tharbad los han traído los extranjeros, y en parte tienen razón), y siempre han podido con ellos. Salvo con la de los dunlendinos, que son muy numerosos y han resultado ser un digno rival; sobretodo desde que les lidera ‘El Predicador’.

En el gremio Caverné hay mezcla de razas con predominio claro de gente autóctona, pero se mantienen al margen de esta trifulca (bastante sangrienta, por cierto). El gremio de mercaderes tiene mezcla de razas, pero los que manejan el cotarro son enanos (como los judíos pero en fuertes y en contestones). Y tampoco nadie desea malas relaciones con los señores de Moria, de los que estos son sus representantes. Muchas cosas valiosas vienen de ese lugar y los enanos son correosos enemigos. Tienen mucho poder y son respetados por todos.

El canotar de Gondor va a por los tres grupos, es el único que no los respeta, junto con Garthín. Los Hechiceros se muestran indiferentes. Y la Inquisición se limita a perseguir y a castigar sólo a los ladrones de poca monta de las tres bandas, como si no supieran de los peces gordos: y con eso quedan tranquilas todas las partes. Los príncipes que no están corruptos también van detrás de los gremios de los ladrones.

Nótese que una banda de ladrones ha pactado con los señores de las cloacas: los dunlendinos. Los Caverné tienen aspectos comunes apalabrados con el Señor de la Guerra. Y los Nativos se llevan bien con algunos príncipes, aparte de que todos se llevan bien con Zidler. El resto de gremios tiene mucho poder y dinero en Tharbad, pero menos que los ladrones, de hecho muchos están extorsionados por estos. No obstante, cada vez es mayor el número de corruptos en los gremios y se está desmoronando su poder.

En Tharbad el hurto es un arte. Hay incluso una zona en la que utilizar la violencia está prohibido, incluso entre los ladrones mismos, y roban a la vieja usanza: el callejón de los mendigos. Por eso va la gente ahí a buscar información, porque como mucho, en un encontronazo te pueden robar, pero es difícil que te rajen. Esta ley la promulga Utho, un viejo eriadoriano de los Caverné (esto también lo han utilizado otros bellacos y paupérrimos que van allí a pedir porque es menos peligroso). Su grupo de bandidos controla ese callejón.

Y ya no es posible ver a pequeños ladrones independientes.
Además, entrar en una banda de ladrones de estas sin ser del pueblo es muy difícil, al igual que si no se tiene fama delictiva desde chico. Su modus operandi es observar 'la cantera’ de Tharbad y seleccionar, ya de muy jóvenes, a los mejores valores. También captan a ladrones famosos o recomendados por algún miembro de la sociedad. Porque son bien sabidas las infiltraciones de espías de Cardolan, Gondor o Arthedain y que tanto daño han hecho a estos grupos. Y son muy estrictos respecto a eso.

El master de turno debe encargarse de, dependiendo por los barrios que pululen los PJs, sobretodo en barrios peligrosos o en importantes mercados, que les roben. Para ello se tirarán percepciones. Podría hacerse una tabla para esto, dependiendo si es de día o de noche, atraco o hurto, dificultad de la percepción, o de lo habilidoso que sea quien le esté robando.

Ver el mapa de influencia de los Gremios de Ladrones

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Cosas a saber del gremio de ladrones

No les gusta verse envueltos en delitos de sangre, aunque haberlos hailos, rencillas dentro del clan, y sobretodo entre clanes. También se sabe que los delitos de sangre del clan Caverné, aunque son pocos, no suelen dejar heridos. Esto es también utilizado por la guardia de Tharbad para zanjar muchos de los asesinatos sin importancia (de gente que no es rica), es decir, suponer que ha sido un ajuste de cuentas entre ladrones. Si el individuo es destacable, ya es investigado por el canotar de Gondor y sus ayudantes. Muchas veces la muerte de alguien rico o influyente suele ser un encargo y haber poderosos interesados en que no se aclare, y en estos casos también es difícil llegar a los culpables.

Muchos de estos ladrones son afiliados ocasionales y no pertenecen al núcleo verdadero de la banda.
Muchos de los celadores y guardias de Tharbad están sobornados, amenazados o son infiltrados. Por ello que también se haga la vista gorda, y a veces sea hasta peligroso denunciar algo. En Tharbad la gente está calladita, es otra de sus grandes MÁXIMAS. A veces, lo están incluso los propios gremios de ladrones para que la cosa no se pase de castaño oscuro. Los mendigos, las prostitutas, gente rara, todo el mundo observa a todo el mundo en depende qué barrios. Y la gente está insegura, intranquila, y en general no transita esos barrios.

Ritavix, príncipe del reino de Saralainn, Anardir príncipe de Dol Calantir y Minastar, príncipe de Girithlin tienen algún pacto con algún que otro traficante y son más o menos grandes consumidores de sustancias narcóticas. El suministro es gratuito en el caso de Ritavix y Anardil, a cambio de hacer la vista gorda con sendos gremios de ladrones. Y tener una política todo lo favorable posible frente a estos. Y mientras a algunos nobles no les convenga que caigan los gremios de ladrones: no caerán. También algunos cargos menores religiosos y muchos guardias son más o menos adictos a algún tipo de sustancias y ayudan a hacer la vista gorda. Tharkûn intentó legalizar este tipo de sustancias, o al menos algunas de ellas, para evitar todo este tipo de trapicheos insanos, pero el impedimento rotundo de la Inquisición y del canotar de Gondor, dieron al traste con su iniciativa.
Sin embargo, el mayor consumidor de sustancias habido y por haber es ‘Su pestilencia’, el Señor de las cloacas. Dice que las más fuertes las necesita para calmar su dolor, por su deformación teratológica, otras porque es un vicioso y está enganchadísimo. Los Caverné abastecen de droga a ‘Su Pestilencia’ y a la mayor parte del vulgo y gente normalucha de Tharbad. Se hacen demasiado necesarios para poder eliminarlos.

Los ladrones de guante blanco suelen estar infiltrados en política o cargos importantes, son dúnedain de nivel medio y alto. Cuántos cargos alcanza y a qué nivel es algo que se deja al libre albedrío del master de turno.

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Sistemas de contraseñas.

El gremio Caverné tiene un sistema de contraseñas especializadas y un idioma secreto gestual. No todos los del gremio lo conocen, pero sí cualquiera que lleve al menos dos años en él o sea de nivel medio-alto. En cuanto a las contraseñas establecidas, todos saben cuál es la suya y cuál se necesita en cada caso. Nótese que han llegado a ser casi doscientos componentes, utilizan este sistema para reconocerse. Todos los gremios de ladrones tienen infiltrados entre las instituciones importantes de Tharbad, aunque no se desarrollen (debe tenerlo en cuenta el DJ), incluso entre la nobleza.

Cualquiera que desee entrar en una guarida y no sepa la contraseña está claro que no pertenece al gremio de ladrones. Incluso podrían seguirle, pues tienen especialistas para eso también. Tienen contraseñas para evitar a vigilantes nocturnos del clan, para reconocerse en política, para reconocer guardias infiltrados. Por ejemplo, para entrar a las guaridas: abarramba lakabala; cuando el cebrain vuela bajo hace un frío del carajo; etc.


En fin, que estas y otras sutilezas se dejan en manos del DJ de turno.

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Individuo Cantidad Se busca
Vredil 450 mo Vivo o muerto
etc etc etc

Nota: tras empezar la campaña se pueden ir añadiendo individuos a esta tabla. Individuos del módulo y también nuevos que se hayan podido improvisar.

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Las principales rutas comerciales de plantas curativas, marihuana, hachís y otras sustancias provienen de Umbar, así como los principales traficantes, y entran a Gondor por Pelargir. Y desde Pelargir lo distribuyen a Minas Anor y a Tharbad principalmente. También hay otra ruta proveniente del este desde Rhovanion.
En total hay tres o cuatro rutas importantes de tráfico de sustancias prohibidas, sobretodo marihuana y hachís. Cuanto más entiendan los que pasan estas sustancias más contactos de estas 3 ó 4 rutas poseerán y por consiguiente más variedad de mercancía. Además, Tharbad se ha probado ya como un sumidero de estas sustancias y hay muchos traficantes que cultivan su propia marihuana y hacen su propio hachís y otras sustancias aquí.

Más allá de Harondor es el lugar donde más difundidas y accesibles están de todo el oeste de Tierra Media. Lo cual no quiere decir que sea fácil encontrarlas ni sean legales. En cualquier caso, este tipo de bandas no está demasiado desarrollada y no han llegado a ser un problema para ninguna civilización como para ser duramente perseguidas. Pero Tharbad es una excepción, además, todo esto está cambiando desde la agresiva oposición a su consumo y tráfico por parte de la Inquisición.

Si quieres ver los tipos básicos de marihuana en Tierra Media para entender posteriormente los productos de los diferentes traficantes de Tharbad, pincha aquí.

Si quieres ver los tipos básicos de drogas en Tharbad para entender posteriormente los productos de los diferentes traficantes de Tharbad, pincha aquí.

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